Imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, imbecil...
Se puede decir más alto, pero no más claro, y es que hay estupideces que no tienen límite. Que si, que una persona necesita cometer ciertos errores para aprender ciertas cosas, que nadie nace enseñado, que a veces uno no se da cuenta de lo que tiene, puede tener o necesita, que no confias en tí mismo, en tus posibilidades, o en la gente que te rodea, y puedes tener un sinfín más de excusas... pero no las cosas no cambian de la noche a la mañana, y mucho menos la manera de pensar que tiene la gente sobre ti...
¿Sabeis? me he ganado una mala reputación en ciertos aspectos y con cierto grupo de personas... no es que me importe, no es gente importante, solo un número de almas que vagan por el mundo, y que por su propio bien, jamás deben cruzarse en mi camino... pase lo que pase, la gente debería sentarse a observar lo que pasa, debería intentar conocer las causas por las que una persona hace un acto, y en vez de juzgar friamente, deberían comprender los motivos de la gente a la hora de actuar. A nadie le gusta la violencia, a nadie le gusta el sufrimiento, a nadie le gusta el dolor, a nadie le gusta la venganza, y sin embargo, son cosas con las que tarde o temprano todo el mundo debe aprender a vivir. Estoy nadando entre un mar de color rojo: el rojo que amo con todo mi corazón, el rojo que odio a más no poder, y el rojo al que no puedo dejar indiferente por mucho que quiera. Me sigue encantando su cara, y esas miradas de inexplicación, de una sensación que no consigo adivinar si es alegria o tristeza. Estamos bien, lo reconozco, todo va muy bien, posiblemente casi mejor que nunca, pero sin embargo, es una mente cerrada a la que no se entrar, de ninguna manera, ni de buenas, ni de malas, ni por medio de esa indiferencia imposible que no consigo comprender, y siquiera con el rojo que quiero y mucho menos con el rojo que odio... ¿y porqué no puedo dejar de soñar con hacer todo esto? Porque todo el mundo tiene que tener sueños imposibles, como he dicho siempre, porque uno vive más feliz sabiendo que puede intentar alcanzarlos, y porque de ese indiferente rojo y de este cada vez más vivo azul, puede salir un color precioso...
No se, me encanta como está todo, lo reconozco, pero quisiera que estuviese mucho mejor, no hablo de una mejora cualitativa, sino de una mejora totalmente independiente a ésta.... algo así como otra tonalidad de color, otro punto de vista, otro brillo algo más vivo... pero no, no me puedo y no me quiero quejar. Sentir ese roce y ese aliento cerca me está dando la vida, y sentir esa calidez de un sueño que crees que está cumpliendose, es lo que impulsa mis alas.
No... esta vez no es un rayo de sol que me entra por el pecho y me sale por la espalda, esta vez debe de impactarme directamente en el corazón y quedarse dentro para siempre. Se acabó decir que no, se acabó perder las esperanzas a las primeras de cambio, y se acabó guardar en silencio lo que debe ser dicho en el mismo momento que una acción te pide una reacción, sin temer... nunca... sin temer a esa posible reacción.
A veces te tiemblan las entrañas y vuelves a ser ese idiota distraido y de mirada perdida, ese idiota que está tan acostumbrado a perder partidos contra la vida, que ya ni es capáz de mirarla a los ojos... que lamentable!
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